Cafe Latino Houston

Don Fito recuerda que para llegar a la escuela tenía que caminar varios kilómetros para tomar el autobús, pero eso no lo desanimaba porque ya tenía desde los 18 años la idea de abrir su propio negocio.
"Era un gran sacrificio pero bien valió la pena porque aunque eramos 13 hermanos siempre quise superarme y ayudar a mis padres. Cuando llegué a Estados Unidos en 1985 a Houston mi primer trabajo fue lavar platos, yo era 'ingeniero de lavaplatos'. Recuerdo que no hablaba inglés, pero entendía un poco, pero siempre estaba en mi mente superarme de la mejor manera posible", dijo Fito.
Los siguientes trabajos los desempeñó en Nueva Jersey, donde conoció a una mánager llamada Kathy quien era muy exigente porque tenía especial interés en que Fito realizara su trabajo con excelencia.
"Empecé como lavaplatos, luego como Bus Boy, pasando a Cocktail waiter, hasta que me convertí en el mejor mesero del restorán Bean Stock porque la mánager Kathy siempre me exigía mucho y quería que yo aprendiera y fuera ejemplar y eso me ayudó mucho a superarme. Antes de abrir mi propio restorán estuve en el Archers, como del 1987 al 2000", recordó don Fito.

Regreso a Texas.
Don Fito decidió regresar a Texas después de 23 años de vivir en Nueva Jersey porque siempre le gustó Texas y porque ya tenía la experiencia suficiente para abrir su Café Latino.
"Abrí el primer Café Latino en el agosto del 2008 con la experiencia de haber tenido antes un restorán en Nueva Jersey llamado 'Salvadorian Deli'. El secreto del éxito es la dedicación y visualizar qué es lo mejor para ti y que también lo sea para el cliente. Seguro que te vas a perder fechas importantes con tus hijos, pero estás construyendo tu patrimonio. Para mi todo es importante, el amor, el negocio y la familia. Yo creo en Dios y en la gente que siempre te ayuda. En lo personal quiero agradecerle también a mis hijos a Joe Guarachino, John Minza, Beatriz Duran, al señor Luigi y algunos familiares", finalizó don Fito.