Panaderia y Pupuseria Renderos

"Me dediqué en la juventud a la agricultura por lo que sembraba, algodón, maíz, arroz, frijoles y ordeñaba vacas porque era una zona muy fértil. Ese oficio lo aprendí de mi papá y poco a poco sembraba nuestras propias tierras y también trabajaba para los amigos".
Don Luis recuerda que en 1968, ya a los 24 años fue cuando se rencontró con su ahora esposa Maria, en el autobús que iba con destino a San Salvador.
" A mi esposa la conocí cuando tenia como unos 22 años y ella tenia como 17, pero cuando amarró la cosa fue en un viaje a San Salvador. En el camino me encontré con ella. Fue una sorpresa porque no sabia que ella también viajaría a la capital y nos encontramos en el autobús. Nos fuimos platicando y entonces decidí que no se me escaparía esta paloma".
En sus inicios, Don Luis trabajó como taxista en San Salvador, en el turno de la noche y por el día se dedicaba a pegar ladrillos, y así fue como logró construir su propia casa.
"Me casé a los 25 años. No me acuerdo el día que la pedí, yo sólamente me decidí hacerlo sin nadie que me acompañara a pedirle la mano.Nos casamos en la Iglesia colonia Monserrat. Tampoco tenía dinero ahorrado, pero nunca nos faltaba amor. Trabajaba en el taxi por la noche y en el día dormía".
La llegada a Estados Unidos fue en 1988 cuando Don Luis llegó a Los Angeles, California a pasar una Navidad con su hermana quien ya vivía en este país.

Ya en Houston
En el 2007 Don Luis inició el negocio de la comida en Houston cuando uno de sus hijos decidió mudarse de San Francisco para Texas porque las oportunidades eran mejores.
Recuerda Don Luis que Renderos abrió con 20 mesas y su menu consistía de pupusas, caldos, tacos mexicanos, menudo y sopa de res, mariscada, y los famosos desayunos Salvadoreños. Ahora el menú cuenta con mas de 40 platillos y su calidad es reconocida en toda la ciudad.
"El secreto es la buena calidad de la comida, no solo pensar en la ganancia, sino pensar en que a la gente le guste la comida y cocinar como si para uno fuera la comida. Si usted no pone una buena comida, aunque la ponga barata, la gente no va a regresar", finalizó Don Luis.